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Interferencia y manipulación: la sombra del poder en las elecciones de la Cooperativa de Maestros y el futuro de la ADP

Por: Carlos Adames

Las recientes elecciones de la Cooperativa de Maestros, han dejado en evidencia una preocupante realidad que pone en tela de juicio la independencia y transparencia de los procesos electorales dentro de los gremios educativos.

La presencia de un contingente militar, desplegado por el partido en el poder para supervisar una simple elección de la cooperativa, no puede ser vista de otra manera que como un intento de intimidación y control sobre los votantes. Este tipo de maniobras no tiene cabida en una elección que debería caracterizarse por el respeto a la voluntad libre y soberana de los maestros.

Es alarmante que un proceso que debió ser democrático se haya convertido en un teatro donde, en lugar de reflejarse la libre elección de los miembros, lo que se vio fue una pantomima de control, donde la gente solo alzaba la mano para apoyar a los candidatos del poder establecido.

Aún más preocupante es la presunta coerción ejercida sobre los empleados, especialmente los conserjes, quienes aparentemente fueron obligados a votar en contra de su verdadera voluntad. Si este tipo de abuso se da en una elección de una cooperativa, que al fin y al cabo es un espacio para gestionar recursos y beneficios entre los mismos docentes, ¿qué nos espera en las próximas elecciones de la Asociación Dominicana de Profesores (ADP)?

La ADP es un gremio clave para la defensa de los derechos y las reivindicaciones laborales de los maestros. Si el patrón, representado por el partido en el poder, busca manipular y controlar también este espacio, los docentes se verán gravemente afectados.

Un gobierno que interviene en las elecciones de un gremio con tácticas intimidatorias no está interesado en escuchar las demandas de los maestros, sino en perpetuar una estructura de poder que les niega sus derechos. Los maestros necesitan un liderazgo que verdaderamente luche por mejoras salariales, mejores condiciones de trabajo y políticas educativas justas. No podemos permitir que las elecciones de la ADP se conviertan en otro escenario controlado por el poder político, donde los intereses del gobierno se anteponen a las necesidades del magisterio.

Es momento de levantar la voz y mostrar nuestra preocupación. Lo que ha ocurrido en la Cooperativa de Maestros debe servir de advertencia. Si se ha permitido este tipo de manipulación, ¿qué nos asegura que no se repetirá, o incluso empeorará, en las elecciones de la ADP? Los maestros deben estar vigilantes y unidos para exigir un proceso electoral limpio, libre de presiones y de la interferencia del poder político.

Solo así podremos garantizar que el liderazgo que emerja de la ADP sea uno verdaderamente comprometido con las reivindicaciones laborales y la mejora de la educación en nuestro país.

El derecho a elecciones justas es fundamental en cualquier democracia, y los maestros, como formadores de futuras generaciones, no pueden permitir que sus espacios de representación sean secuestrados por intereses ajenos a sus necesidades. El futuro de nuestras reivindicaciones laborales depende de elecciones limpias y transparentes.

Solo un gremio libre del control del poder podrá luchar de manera efectiva por los derechos de los maestros y el bienestar del sistema educativo dominicano.

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